¿Perdimos el año?

Antes de considerar la política como un camino para cumplir mis metas y contribuir a la sociedad, tuve el honor de enseñar en varias universidades de Cali. Durante esa experiencia vital en mi formación personal y política, entendí varias fallas del sistema educativo que han tomado mayor relevancia con la crisis por la COVID-19.
La pandemia tomó fuera de base a las instituciones educativas de la ciudad. Ni los maestros estaban preparados para asumir el control de un aula virtual, ni los estudiantes imaginaban que deberían estudiar parte de este año lectivo en casa. En la mayoría de los casos no se está prestando una educación apropiada.
Dentro del aula, a pesar de las dificultades que se enfrentan en cualquier nivel educativo, niños y jóvenes están en igualdad de condiciones de aprender. Por fuera las condiciones cambian, más en una sociedad tan desigual.
El problema más inmediato es de infraestructura. El acceso a Internet y a un computador sigue siendo un lujo para la mayoría de los 165 mil estudiantes que hay en Cali.
También es vital que los docentes tengan habilidades y conocimientos pertinentes para enseñar a través de estos canales, que ya no son tan nuevos. Ha habido avances significativos en la educación superior a distancia que deben ser replicados en niveles más tempranos.
He mencionado en el Concejo que es necesario volver a estrategias del pasado, como hacer cursos de colegio por televisión o radio mientras esta crisis es superada y el país desarrolla un modelo lógico y planes de contingencia para la educación virtual. La idea es que no perdamos este año lectivo y poder medir y regular en términos de calidad este período. Se corre el riesgo de atrasar la formación de una generación de caleños.
La crisis por la COVID-19 también es una oportunidad para que el estado garantice el acceso universal a internet y a otras herramientas mínimas, como computadoras o tablets, para que niños y jóvenes puedan llevar a cabo sus estudios de manera virtual.
Como docente aprendí que la educación es la única forma de que las personas capaces en todos los lugares de la sociedad tengan las oportunidades que merecen y necesitan. Como gobierno debemos hacer cada esfuerzo posible para que la educación escolar sea de calidad. Son esfuerzos que aún no se han hecho.

Estamos matando a nuestros superhéroes

En medio de la crisis económica, el aislamiento social y el cumplimiento de mis labores como concejal, he tenido tiempo de ponerme al día con algunas películas de superhéroes, para dejar de pensar un poco en el COVID-19 y las tristes realidades que ha dejado para la ciudad.
Ese mundo ideal hace que uno se pregunte si algo va a venir a salvarnos. Saber que no va a pasar, pone el rescate de la sociedad en nuestras manos. En mi caso, como parte del gobierno, esta responsabilidad es aún mayor.
Hasta ahora, las figuras de la pandemia son el servicio médico, los trabajadores esenciales y los domiciliarios, pero después del aislamiento, las empresas que sobrevivan cargarán con el peso de la economía. Poniéndolo en perspectiva, son nuestros superhéroes.
Unos superhéroes que necesitamos en acción, con afán, pues la crisis ya ha dejado miles de desempleados. Para 2019, según el DANE, la tasa de desempleo en Cali era del 12 % Después del aislamiento, se estima que podría pasar a un 17 o 19  por ciento, una cifra histórica para nuestra ciudad.
Tanto los individuos como el gobierno deben orientar su liderazgo a proteger las empresas. Por años, el estado las ha perseguido con impuestos y requisitos. En algunos casos, estos cobros absorben un 70% de las utilidades de las empresas. Son casi un socio. Y estos recursos, que deberían ser ejecutados en respaldar a la ciudadanía, terminan en manos de privados por casos de corrupción.
Los empresarios, nuestros superhéroes, son individuos o grupos de distinta capacidad adquisitiva que creyeron en su idea de negocio y la establecieron formalmente. Algunos son más exitosos que otros, pero todos son igual de importantes para nuestra economía. Las empresas son las únicas que producen riquezas y empleo. Tristemente, muchas ya enfrentan su desaparición y la única forma de sobrevivir es endeudarse. La banca ha sido el único sector amparado en esta crisis, y a la vez, el que menos ha hecho para apoyar a las pequeñas y medianas empresas, mucho menos a los trabajadores independientes.
El gobierno cometió un error ordenando el cierre de los sectores económicos sin un plan de ayuda, pero aún se puede enfrentar la situación de una mejor manera. He propuesto que se consideren entregas de ayudas económicas, así como reducción o descuento de impuestos. También el aplazamiento de diversidad de pagos durante el confinamiento, con cero interés. De otra manera sería como firmar un pacto con el diablo.
Estamos matando a nuestros superhéroes y no es justo. Si se sigue operando de esta manera, podría haber una recesión y una situación mucho más complicada. Esta es la lección anticipada de 2020, los empresarios no deben pagar platos rotos por una mala administración de recursos.

Clases por televisión y radio para los estudiantes que no tengan Internet

La situación con el COVID-19 ha puesto a la educación a marchar en un 100% de forma digital, siendo un canal importante para continuar con las clases, sin embargo, hay lugares en donde por su capacidad económica o zonas donde no llega la señal, muchos niños no han podido acceder a ellas.

«Hay lugares donde no tienen acceso a un computador, celular o tablet, no podemos dejar que esta población deje de recibir clases» anotó Juan Martín Bravo, concejal de Cali, quien ha manifestado desde el inicio la importancia de cobijar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes para garantizarles su derecho a una educación de calidad, en este caso y dada la contingencia, por los canales de comunicación que se puedan.

La propuesta del Concejal Juan Martín Bravo al Secretario de Educación de Cali, es activar la televisión y la radio para que de esta forma también se den clases y así llegar a los que aún no han tenido la posibilidad de tenerlas en medio de esta Pandemia.

«Hace mucho tiempo se usaba, debemos agotar todas las posibilidades para no descuidar a ningún niño, sabemos que no todos tienen Internet, pero el 90%, incluso en la zona rural tienen un radio o televisor, esta puede ser una muy buena alternativa» resaltó el concejal.

Toque de queda: medida necesaria en algunas zonas de Cali

La indisciplina ha sido protagonista en Cali durante algunos días en varias zonas de la ciudad, incluso durante el pasado fin de semana que incluía ley seca desde el jueves 6:00 p. m hasta este lunes 6:00 a.m., pues, esta no fue impedimento para que se registraran fiestas y reuniones que agrupaban entre 20 y 30 personas entre los que se encontraban menores de edad.

«Este fin de semana tuvimos rumbas con alto consumo de licor».

De acuerdo con el concejal Juan Martín Bravo, se hace necesaria la propuesta para decretar toque de queda en zonas donde se registran más casos positivos por COVID-19 y donde se concentra la irresponsabilidad de algunos ciudadanos, empezando por este fin de semana en el que se celebra el día de las madres.

«Invito al alcalde Jorge Iván Ospina a decretar toque de queda en barrios donde se han aumentado los casos, se avecina un fecha de suma importancia, el día de las madres, teniendo en cuenta que debemos salvaguardar la vida de los caleños, además esta fecha históricamente ha sido una de las más violentas en la ciudad »

De igual forma, la colaboración de los caleños es necesaria, puesto que las fiestas o reuniones sin ningún tipo de medida de prevención ante la propagación del COVID-19 ponen en riesgo a todo una comunidad.