¡Peatonalicemos el centro!

He señalado que debemos aprovechar la crísis actual para pasar a Cali por un rediseño. Y debemos ser prácticos, evaluar modelos exitosos que tengamos cerca e implementarlos con los recursos a nuestra disposición.
Todo esto puede sonar supremamente técnico, pero observemos nuestra actualidad. Cali ofrece turismo y servicios. La ciudad no sólo es un punto de partida para descubrir una región de interés cultural, ecológico y empresarial, sino un universo por descubrir en sí misma.
En Cali tenemos diversidad étnica de todo el continente que ha echado raíces y ha dejado un legado en las artes y el deporte. Así mismo, las historias que aquí han ocurrido han resonado en el mundo, y distintos tipos de legado y mística atraen a gente del extranjero a nuestra ciudad.
A partir de la peatonalización del Bulevar del Río, se puede hacer una apuesta mayor para aprovechar el potencial turístico que he señalado. Acá ha sonado el término distrito cívico por muchos años, pero esta propuesta es mucho más.
La peatonalizada carrera Tercera del centro histórico de Santa Marta se convirtió en un corredor vital para la ciudad, donde conviven el arte, la música y el buen comer. Recorrerla de día o de noche siempre es un gusto, y se ve que turistas y locales disfrutan de cada sitio. Los predios se valorizaron significativamente, no sólo en la via sino en los sectores aledaños.
La Tercera hace un recorrido por todo el Centro Histórico samario y termina en el Parque de los Novios, un espacio abierto decorado por estatuas, estructuras, un mobiliario ámplio y una serie de restaurantes atractivos.
Es un ejemplo exitoso que ya se ha visto en la Plaza Santo Domingo en Cartagena, o la impresionante instalación de Parques del Río en Medellín, y Cali está en condiciones de hacer algo así de cara a la renovación del centro. Imaginemos la conexión del Bulevar del Río con el sector de San Antonio y la Plazoleta de San Francisco y el CAM, y que se extienda de una manera organizada, segura y diversa hasta El Peñon. Todos los caleños podemos trazar una vía que atraviesa estos lugares, e imaginarla llena de restaurantes, bares y demás establecimientos, para darle más brillo a la ciudad.
Los clusters turístico y gastronómico tendrían una gran oportunidad. Pero lo más importante es que Cali cambiaría su rostro. En todas partes del mundo menos Latinoamérica, el centro de las ciudades es organizado, atractivo, caminable, seguro. Nuestra ciudad tiene la posibilidad de ponerse al día.
Ojalá la tomemos, y ojalá la corrupción no nos despoje de un mobiliario decente y cómodo, de canastas para la basura que de verdad sean utilizadas, de calles adoquinadas de un color bonito, que resistan el paso del tiempo y se conviertan en orgullo nacional.

Corredores gastronómicos peatonales para que restaurantes atiendan al aire libre en Cali

Lugares como La Loma de la Cruz, San Antonio, parque del perro y zonas en Ciudad Jardín, Granada, Alameda y el Peñón podrían convertirse en corredores gastronómicos peatonales, los cuales le darían una mano a la recuperación urbanística e impulso a uno de los sectores más golpeados en medio de esta Pandemia.

Juan Martín Bravo, concejal de Cali, resaltó que para Cali es importante ayudar a impulsar el sector gastronómico y turístico, teniendo en cuenta ejemplos como el Parque de los Novios en Santa Marta o la plaza de Santo Domingo en Cartagena.

«Cali debería peatonalizar varias vías y sectores de la ciudad, buscando convertirlos en corredores gastronómicos turísticos, podemos replantear esto con la finalidad de apoyar al sector gastronómico, restaurantes y bares».

Bravo, señaló que se podría implementar inicialmente con cierres por horarios, para que en este tiempo puedan funcionar los establecimientos y abrir de nuevo sus puertas a los caleños.

«inicialmente se puede contemplar esta idea, cerrando calles a determinadas horas, pero, que en un futuro sean calles completamente peatonales, adoquinadas, para la protección de todos».

«Por ejemplo, San Antonio, cerca a la iglesia, en la Loma de la Cruz, ese sendero que sea completamente peatonal, en Granada entre la avenida octava y novena y en la galería Alameda podemos usar un carril especializado en gastronomía sobre la vía».

«Llevamos más de 180 días y la secretaría de Desarrollo Económico tiene tan solo un porcentaje de ejecución del 15,42%» Juan Martín Bravo, concejal de Cali

«Esto va más allá de entregar un mercado, es de acciones».

La crisis económica en la que se encuentran varios sectores de la ciudad, ha encendido las alarmas de los empresarios que tratan de sacar a flote sus emprendimientos, sin embargo, no ha sido suficiente, algunas han tenido que cerrar y otras se aferran a las oportunidades a través de otros mecanismos.

De acuerdo con el concejal Juan Martín Bravo, entrando al séptimo mes de esta administración, Desarrollo Económico, una de las secretarías más importantes, que debería brindar opciones para solventar la crisis, hoy tiene un porcentaje de ejecución muy bajo en elementos que pueden ser vitales en esta situación.

«Fortalecimiento a Mipymes 2%, fortalecimiento del ecosistema empresarial 13,7%, fortalecimiento al Centro de desarrollo empresarial 8%, bancomunales 0%, capacitaciones para el emprendimiento de poblaciones vulnerables en varias comunas 0%, es decir, se tienen mecanismos para ayudar a los empresarios y emprendedores»

Bravo resaltó que esta dependencia debe ejecutar lo que hace falta por este sector que ha pedido a gritos un salvavidas, de ello, dependen muchas familias caleñas.

«La invitación es a trabajar verdaderamente por el sector empresarial que bastante lo está necesitando, esto va más allá de entregar un mercado, es de acciones».

«lo invito a que mire los bancos de proyectos que tiene su secretaría, es fundamental para ayudar».

El concejal también hizo una invitación al Gobierno Nacional para dar apertura de manera inteligente a restaurantes, los cuales llevan varias semanas preparando todos los protocolos para abrir sus puertas de nuevo a los clientes.

«Buscar que se genere una apertura inteligente, con todas las medidas, para que estos gremios puedan abrir verdaderamente, se han endeudado, necesitan el visto bueno y no más falsas ilusiones».

La nueva derecha

Cien días después de iniciada la lucha contra la COVID-19, la conclusión es que la vida no volverá a ser igual. «La nueva normalidad» será el cliché de la época a medida que encontramos cómo vivir y funcionar en sociedad evitando nuevos brotes. Es una reconstrucción de muchas cosas. Junto a las medidas de higiene deberían estar los principios de nuestras acciones políticas.
Es una revisión que gente de derecha y de izquierda debe hacer por igual. A los inmensos fracasos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, y Daniel Ortega en Nicaragua podríamos sumar la controversial presidencia de Abdalá Bucaram en Ecuador o la pauperización económica en Argentina con Mauricio Macri.
Reconociendo los errores en otros escenarios y dejando a un lado los egos políticos podríamos pasar a discusiones que nos lleven al bien común. Discusiones donde se reajusten los valores de la familia, de la economia, de las instituciones y del funcionamiento del estado.
A diferencia de muchos de mi generación, soy un político de derecha, pero como muchos, dediqué tiempo a evaluar y conocer mis convicciones. Me considero afín a los principios de la Nueva Derecha, una tendencia creada en Francia durante la década de los 70, en un contexto de disputa ideológica, y transformación económica.
Para la Nueva Derecha debe haber un fortalecimiento de las identidades locales, que se considera una ventaja crucial en esta época de globalización cultural, así como un rechazo a la inmigración. Esta tendencia también promueve una democracia local y orgánica, y un reconocimiento y respeto del rol en la sociedad de cada persona. Los autores de esta tendencia evitan caer en sesgos totalitarios, y denuncian los dogmatismos liberales y marxistas, así como los de la extrema derecha. Intentando aterrizar este estilo de ideas reconozco que llevamos tiempo ignorando nuestra riqueza en términos de biodiversidad, etnias y manifestaciones culturales.
Estamos a tiempo de apostar desde Cali, el Valle y Colombia, a una revolución del agro, amparada en un fortalecimiento tecnológico del sector. Los integrantes de las cadenas de producción podrían agregar valor diferencial a sus cosechas a través de una narrativa, de un sabor, de una sensación. Así es que el resto del mundo paga más por la maracuyá o por el aguacate, así como por el café de Colombia.
Entiendo que estamos cansados de hablar de la COVID 19, que los negocios se están quebrando, que los protocolos no están beneficiando a muchos pequeños negocios. Revisemos nuestras convicciones y principios hoy más que nunca para llenar el espacio vacío que ha dejado el gobierno respecto a los lineamientos de recuperación económica a nivel local.
Colombia ha sido manejada por figuras de derecha históricamente. Así se ha mantenido como una democracia fuerte y como una economía estable. Pero todo gobierno se corrompe por falta de principios y de control político, nuestra mayor fragilidad en Colombia. Debemos entender que el control político, a cargo del Congreso, las Asambleas y las corporaciones administrativas como el Concejo Municipal, es el escenario para mostrar lo que se está haciendo bien, y para corregir lo que haya que corregir.