El auge del ciclismo

El auge del ciclismo

En el Valle del Cauca, el ciclismo está ganando terreno a pasos agigantados en todas sus facetas: recreativa, competitiva y profesional. Con más de 25,000 vallecaucanos involucrados en esta disciplina, ya sea en la modalidad de ruta, mountain bike (MTB) u otras, el número de aficionados sigue en aumento, reflejando un interés creciente y una pasión compartida por el deporte de las dos ruedas.

Una de las grandes fortalezas del Valle del Cauca es su variada topografía, que ofrece todos los niveles necesarios para que se formen y se forjen los mejores ciclistas del mundo. Desde las planicies hasta las montañas, nuestro departamento proporciona el terreno ideal para entrenamientos de alta calidad. Un ejemplo claro de este talento es Jarlinson Pantano, quien no solo ha demostrado que los ciclistas vallecaucanos pueden competir al más alto nivel internacional, sino que también ha comenzado a consolidar un gran evento deportivo: la Ruta Pantano.

Eventos como este no solo destacan el talento local, sino que también atraen a ciclistas y turistas de todo el país y del extranjero, posicionando al Valle del Cauca como un epicentro deportivo. Necesitamos más iniciativas de este tipo para continuar destacándonos en el mapa deportivo global y seguir fomentando el desarrollo del ciclismo en la región.

Además de los beneficios para la salud y el bienestar, el ciclismo impulsa significativamente la economía local. El sector ciclista abarca una amplia gama de actividades económicas que incluyen más de 300 talleres de reparación y mecánica de bicicletas, aproximadamente 200 tiendas especializadas en indumentaria y accesorios deportivos, y un creciente número de servicios de acompañamiento en rutas. Los bicicafés, por ejemplo, han experimentado un incremento del 50% en los últimos dos años, convirtiéndose en puntos de encuentro y socialización para los ciclistas.

El impacto económico de este deporte es considerable. Se estima que el ciclismo genera más de 5,000 empleos directos e indirectos en la región. Además, el turismo deportivo ligado al ciclismo ha visto un aumento del 30%, atrayendo a ciclistas de todo el país y del extranjero, lo que a su vez beneficia a sectores como la hotelería y la gastronomía.

Es el momento de que como departamento enfoquemos nuestros esfuerzos en potenciar estas prácticas. Fomentar el ciclismo no solo eleva nuestro nivel competitivo, sino que también enriquece nuestra economía y calidad de vida.

Avistamiento de aves: La próxima gran apuesta

El Valle del Cauca es reconocido por su rica cultura, su vibrante gastronomía y, cada vez más, por su potencial turístico. A pesar de estos atractivos, a menudo siento que no hemos explotado completamente nuestras bondades, sesgándonos hacia determinados clústeres sin dar el paso hacia nuevas oportunidades. Hoy propongo que miremos más allá, hacia una característica única de nuestra región que posee un enorme potencial aún por descubrir: el avistamiento de aves. 

Con más de 850 especies de aves identificadas en el Valle del Cauca, nuestra región se posiciona como un paraíso para los ornitólogos y amantes de la naturaleza de todo el mundo. Cali, reconocida por ser la ciudad con la mayor cantidad de especies de aves en el mundo, con 563 especies, es un claro ejemplo del potencial que tenemos. Lugares como la Laguna de Sonso (Buga), Calima – Darién, Dagua, y los corregimientos de Cali, entre otros municipios, ofrecen oportunidades únicas para observar algunas de las aves más exóticas y diversas del planeta. Estos sitios son joyas que pueden catapultar al Valle del Cauca como un líder en turismo ecológico y de avistamiento de aves.

Este tipo de turismo no solo es sostenible, sino también económicamente viable. Un turista que participa en el avistamiento de aves puede llegar a gastar hasta 1,500 dólares per cápita, y en casos más involucrados, hasta 4,500 dólares, según estudios.

Sin embargo, para alcanzar este potencial, es crucial que Cali y otros municipios del Valle del Cauca sean certificados por Environment for the Americas como destinos certificados. Esto no solo aumentaría la visibilidad de nuestros recursos naturales, sino que también fomentaría prácticas de turismo responsable que respetan y preservan nuestros ecosistemas.

Líderes como el Dr. Juan José Arango y Carlos Mario Wagner, entre otros, han trabajado incansablemente en promover el avistamiento de aves, pero necesitamos que más actores se involucren, especialmente desde el Estado y las instituciones públicas. Estas entidades deben intensificar sus esfuerzos para promover esta actividad que no solo respeta el medio ambiente, sino que también ofrece un modelo económico sostenible y prometedor para nuestra región.

Como vallecaucanos, tenemos el deber de unirnos en torno a este fin común. Al fomentar y apoyar el avistamiento de aves, no solo nos beneficiaremos de un auge turístico, sino que también estaremos preservando nuestra biodiversidad para las futuras generaciones. Es hora de que el Valle del Cauca se convierta en un pionero del ecoturismo.

El Valle del Cauca como el epicentro mundial del café

Colombia es reconocida globalmente como una potencia cafetera; sin embargo, a pesar de esta fama, muchos de nosotros sabemos poco sobre la rica cultura que envuelve al café. La mayoría carece de conocimientos sobre su sembrado, cosecha, y mucho menos sobre los múltiples tipos y variedades, sus cuerpos y sabores, o las técnicas de filtrado que exaltan su esencia.

El Valle del Cauca, bendecido con una diversidad de tierras aptas para cultivar variedades exóticas de café, está en una posición única para liderar no solo en la producción de estas variedades, sino también en la educación y experiencia cafetera. Con 39 de sus 42 municipios dedicados al cultivo del café, y siendo hogar del mejor barista del mundo, nuestra región tiene el potencial para transformarse en un verdadero hub de café.

Sin embargo, para lograr esto, se requiere un compromiso más profundo con la cultura del café. Debemos aspirar a más que simplemente cultivar y exportar. Necesitamos crear un ecosistema que fomente un conocimiento profundo y un aprecio por cada paso del proceso cafetero. Desde la semilla hasta la taza, cada etapa ofrece una oportunidad para innovar y educar.

Imaginemos un Valle del Cauca donde los visitantes, tanto nacionales como internacionales, puedan participar en talleres interactivos en fincas, aprendiendo sobre técnicas agrícolas sostenibles y métodos de cosecha. Donde puedan experimentar de primera mano la ciencia y el arte detrás de diferentes métodos de filtrado en centros de capacitación especializados, apoyados por el estado con capital semilla y productivo que incentiven la exploración de nuevas variedades y técnicas.

Ya contamos con ejemplos inspiradores como el Cali Café Festival, que demuestran el interés y la viabilidad de estos encuentros. Pero podemos hacer más. Con más de 140,000 familias en la región dependiendo del café para su sustento, es nuestra responsabilidad y oportunidad ampliar estos eventos y programas. Esto no solo ayudaría a solidificar la posición del Valle del Cauca como líder mundial en la industria del café, sino que también fortalecería la economía local de manera significativa.

La creación de un hub de café no es solo una oportunidad de negocio; es una invitación a ser parte de una comunidad global que valora la calidad, la sostenibilidad y la innovación. Nos corresponde a nosotros, en el Valle del Cauca, tomar la iniciativa y convertir nuestro patrimonio cafetero en una experiencia compartida que resuene en todo el mundo. Hagamos del café no solo un producto de exportación, sino un puente cultural que invite al mundo a descubrir la riqueza de Colombia, una taza a la vez.

Hub de Aguacate para el Valle del Cauca

El Valle del Cauca, conocido durante mucho tiempo como un pilar agrícola en Colombia, alberga una joya verde que merece un reconocimiento especial: el aguacate. Con más de 13.000 hectáreas dedicadas a su cultivo, esta región ha experimentado un crecimiento significativo en la industria del aguacate en la última década. Con un aumento del 28,4% en la producción, alcanzando 125.435 toneladas en 2022, y una expansión del 14,4% en las áreas de cultivo, el Valle del Cauca se consolida como uno de los principales productores de aguacates en Colombia. 

 Es hora de aprovechar este tesoro natural y convertirlo en el motor de un futuro económico para nuestra región. 

 Municipios como La Unión, El Cerrito, Florida y Sevilla son conocidos por sus extensos campos de aguacates Hass, mientras que otros, como Candelaria, Buga y Bolívar, se destacan por su producción de aguacates Lorena. Estos municipios, junto con muchos otros, constituyen el corazón de la industria del aguacate en el Valle del Cauca y son la base sobre la cual podemos construir un Hub de Aguacate vibrante y exitoso. 

 ¿Por qué un Hub de Aguacate? La respuesta es sencilla: el aguacate no solo es una fruta deliciosa y saludable, sino que también ofrece una amplia gama de oportunidades económicas y comerciales. Además del aguacate fresco, podemos aprovechar sus derivados para crear una variedad de productos, desde el popular guacamole, mantequilla de aguacate, macrosnacks, productos para el cuidado de la piel y cosméticos, hasta el valioso aceite de aguacate. Estos productos no solo diversificarían nuestra oferta agrícola, sino que también añadirían valor y empleo a nuestra economía local. Además de los beneficios económicos, la creación de un Hub de Aguacate nos permitiría avanzar hacia prácticas agrícolas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. También podríamos establecer programas de capacitación para los agricultores, promoviendo prácticas más eficientes. De esta manera, no solo estaríamos impulsando nuestra competitividad, sino también cuidando nuestro entorno para las generaciones futuras. 

 Es momento de que nos unamos como comunidad, gobierno y sector privado para hacer realidad esta visión. Se requieren inversiones en Ag Tech, Food Tech e infraestructura, así como apoyo a los agricultores locales y promoción de nuestros productos en el mercado nacional e internacional. Con el apoyo adecuado, el Valle del Cauca podría convertirse en un centro de excelencia en la industria del aguacate, no solo en Colombia, ¡sino en todo el mundo!