¡Emcali inteligente!

El futuro de Emcali siempre ha colgado de un hilo, y su fin no sería solo el de una marca asociada a un servicio bueno o malo, dependiendo de cada quien. Se trata del acceso al agua, la energía, el alcantarillado y las telecomunicaciones para casi 2.5 millones de personas. De trabajos que alimentan a miles de familias. De la tradición de toda una región. Yo quiero una Emcali inteligente y puedo pensar en algunas formas para hacerla real.

Creo que en términos de energía, debe hacerse una apuesta por las fuentes renovables y tenemos una oportunidad de poner generadores eólicos aprovechando los vientos del cañón del río Dagua. Reconociendo el potencial hídrico de la ciudad, también hay espacio para considerar pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH). La generación de energía evita tener que comprarla a precios altos y todo esto se refleja en el bolsillo de los usuarios. Emcali debe masificar el uso de paneles solares y promover que los ciudadanos vendan energía a la empresa. Incluso lograr una transformación del sistema de cobros y medidas con el reemplazo de los contadores tradicionales a unos inteligentes AMI (Advanced Metering Infraestructure), sistemas avanzados de medición que hacen que sea un proceso más eficiente.

Emcali también podría mejorar las dinámicas de medición en cuanto a acueducto y alcantarillado, adoptando la sectorización hidráulica automatizada con medidores de ultrasonido. La empresa actualmente usa medidores de volúmen y velocidad, renovados en 2019. Dar el salto escalonado a la nueva tecnología hará que dejemos de promediar los costos de ambos servicios, evitando altos costos y generar pérdida. Además habría un cobro justo y se prestaría un mejor servicio de manera remota y automática sobre dichos dispositivos.

El sector de telecomunicaciones, sin duda, es uno de los más complejos. Lleva varios años dando pérdidas y si esto no se resuelve, su quiebra será inevitable. En lo inmediato hay que apostar por las redes 4G y 5G y las zonas WiFi gratuitas con captura de información. Esto se hace con portales web donde la gente deja información que pueden ser administrados bajo las premisas del “big data” a cambio de un tiempo de conexión a internet. La gestión de estos datos por parte de Emcali, sea para beneficio institucional o venta de los datos, es una posibilidad interesante que ya se ha aplicado en otras ciudades del mundo.

En los servicios de hogar y empresa debería haber un acercamiento al “cloud computing”, sea con programas o espacio de alojamiento virtual. También a la distribución de productos como chapas inteligentes, iluminación led graduable con dispositivos, cámaras de vigilancia dentro de los hogares y demás aparatos vinculados a internet (domótica).

Temas nuevos como el empleo de conexiones de fibra óptica hasta la casa (FTTH), IoT y teletrabajo, le permitirán al ciudadano mayores beneficios, productividad y economía.

Una Emcali inteligente también debe cambiar el rostro de la ciudad y hacer que las redes de telecomunicaciones sean subterráneas. Es un cambio estético que también protege de robos a este tipo de infraestructura y allana el camino a la ubicación de las redes de energía bajo tierra también.

Emcali puede ser competitiva y superar las expectativas porque cuenta con el apoyo de la región. Sumémosle las nuevas ideas y tenemos una empresa innovadora. Es, sin duda, una de las más importantes del suroccidente colombiano, que nos beneficia a todos mientras sea administrada sin presiones políticas

Proponen una ‘Mercatón campesina’ por internet en Cali

Ante la preocupación por la perdida de alimentos que se cultivan en la zona rural de Cali por falta de comercialización, especialmente debido a la pandemia, el concejal Juan Martín Bravo lanzó una propuesta a la Alcaldía de Cali, para que, a través de Internet, los campesinos puedan vender sus productos.

«Que el municipio desarrolle una plataforma digital para que traigamos el campo y los corregimientos a la ciudad por medio de los alimentos que se cultivan y así podamos apoyar a las familias que hoy, en medio de su preocupación, siguen cultivando y buscando su sustento» explicó el cabildante.

El concejal dice que desde hace algún tiempo, las familias que habitan en la zona rural han solicitado un espacio para distribuir los productos que cultivan con proyectos emprendedores, pero tampoco se han ejecutado en administraciones anteriores.

«Esta propuesta la presento partiendo como una estrategia, pues, Cali en algún momento debe generar el centro de acopio de alimentos de los corregimientos, la preocupación es grande por los buenos y saludables alimentos que aquí tenemos y que no son aprovechados como deberían y por toda la situación del covid 19 se volvió más compleja la venta de sus productos» manifestó Bravo.

Según el concejal, el propósito es ayudar a solventar la necesidad de las familias que, día a día siguen apostándole al campo, al igual, que con tan solo un clic, los caleños podrían tener en poco tiempo sobre su mesa, productos frescos y cultivados en tierras de la capital del Valle del Cauca.

¿Y el turismo en el río pa’ cuando?

Es imposible sentir orgullo de vivir en una ciudad con siete ríos si vemos el estado de los de Cali. Los distintos tipos de contaminación hacen que la calidad del agua empeore tras su paso por el municipio. Aguacatal, Meléndez, Cañaveralejo, Lili, Pance, Cauca y Cali. En vez de dar vida a la población, hemos hecho que estos ríos den pena.

  

Los políticos de turno han señalado lo obvio sin hacer nada durante años, un gesto de hipocresía que se ha heredado de administración en administración, sin distinguir partidos. Cambian los nombres y la realidad permanece oscura: los caleños solo pueden disfrutar de uno de esos cuerpos de agua con relativa seguridad.

  

Tener siete ríos es un privilegio. La mayoría de ciudades tuvieron que hacerse a un lugar en la historia y la economía con un sólo río. Con el transcurso del tiempo todos supimos lo que pasó al lado del Támesis y del Spree. Londres, Berlín, Roma, Estambúl y San Petersburgo son importantes ciudades europeas que están a menos de 160 kilómetros del mar y que cuentan con ríos. Guardando las proporciones, es una situación similar a la nuestra.

  

Otras ciudades que no están en primer plano han hecho de sus ríos un impresionante atractivo. Zaragoza ha construido 10 puentes desde el siglo quince sobre el río Ebro, como testimonio de su existencia. Oporto y sus casas al lado del río Douro son de una belleza increíble. Bangkok está ubicada ahí por el río Chao Praya y aún hoy se puede recorrer con ferrys o barcos privados con restaurantes, discotecas, tours. Y en San Antonio, Texas, se puede caminar por kilómetros casi que al mismo nivel del río en un paseo a su ribera. Nada más en París, hace pocos días, se anunció la creación de una sala de cine flotante en el río Sena y el lago Bassin de la Villete. La asistencia sería gratuita.

  

Y sí, estos asentamientos no tienen una cordillera entre ellos y el mar, pero las ventajas del río no nos han faltado. Aún así, en la Cali del siglo XXI, que empieza a vivir del turismo más allá de los ríos navegables, se les da la espalda.

  

Estos ríos pasan por sitios muy bellos. Con cuidados apropiados y la voluntad política del caso, Cali podría mejorar muchísimo. Lo bello y vívido de las historias de cada río se convertiría en un valor agregado significativo para los establecimientos económicos y culturales que allí se asienten, mientras hacemos nuestra propia historia.

  

En este orden de ideas, mi anhelo personal como caleño y concejal es tomar el Parque Lineal del Río Cali y hacer de él un paseo también, un corredor gastronómico y cultural, que sea la primera etapa de la revitalización de los ríos en el inconsciente colectivo caleño.

  

Una segunda etapa más ambiciosa implicaría al río Cauca y hacerlo navegable, para que pueda ser recorrido en todo sentido posible por ferries y vehículos de entretenimiento. A pesar del daño ambiental que ha sufrido, el Cauca sigue con un caudal impresionante, nutriendo a nuestra ciudad y región, y podemos hacer que su estado mejore tras pasar por Cali.

  

Mientras no lleguemos a unos acuerdos con la ciudadanía y con las instituciones de la ciudad, debemos ver con tristeza cómo este y otros sitios siguen siendo centro de consumo y expendio de drogas o refugios improvisados para los habitantes de calle. Reivindiquémonos con los ríos y démosle vida urbanística a sus entornos.

Proponen comparendos más estrictos para quienes no usen tapabocas en espacio público en Cali

“Invito al Alcalde de Cali a que implemente comparendos económicos a las personas que salen a las calles sin tapabocas” Juan Martín Bravo, concejal de Cali.

Ante la flexibilidad del uso de tapabocas en Cali, el concejal Juan Martín Bravo lanzó una propuesta para que ya no se apliquen comparendos o llamados de atención pedagógicos a quienes no lo usen y por el contrario sean más severos, teniendo en cuenta que la ciudad está entrando a lo que se ha denominado el pico de la pandemia, lo que hace necesario doblegar los esfuerzos para cuidarse del COVID-19.
“Invito al Alcalde de Cali a que implemente comparendos económicos a las personas que salen al espacio público sin tapabocas, debemos entender que esta es una medida que va a evitar más contagios y salvar vidas” dijo el concejal.

Esto, teniendo en cuenta que ha sido evidente que muchos caleños están evitando portar el tapabocas en lugares como parques, zonas para hacer ejercicio, tales como el Cerro, transporte público, entre otros.

“Los caleños tenemos la responsabilidad de salir a las calles con todas las medidas de bioseguridad necesarias para que el COVID-19 no se siga propagando” puntualizó el cabildante.