Concejo de Cali aprobó política pública de turismo, cuyo coordinador ponente fue el concejal Juan Martín Bravo

• Esta política pública definirá un norte para seguir desarrollando el turismo durante los próximos 10 años.
• La vocación turística de la ciudad debe ser aprovechada al máximo para generar recursos.

Santiago de Cali, 6 de diciembre de 2022.

La política pública de turismo de Cali es una realidad. Este martes 6 de diciembre, el Concejo distrital aprobó el proyecto de acuerdo por el cual se adopta dicha política con vigencia 2022-2031, de la cual el concejal Juan Martín Bravo fue el coordinador ponente.

“Cali tiene una vocación turística cuyo sentido se pierde porque es de las pocas ciudades que no contaban con una política pública de turismo. La necesitábamos porque esto permite generar mecanismos para potencializar esta vocación”, dijo el concejal Juan Martín Bravo.

Dicha política tiene como objetivo consolidar al distrito de Santiago de Cali como un destino turístico multicultural, biodiverso y sostenible, que cuenta con una oferta experiencial innovadora a través de la implementación de estrategias competitivas que impulsen el desarrollo socioeconómico y contribuyan con el mejoramiento de la calidad de vida de la ciudad.

“Con esta política pública de turismo vamos a tener un norte, pues definirá lo que se puede desarrollar durante los próximos 10 años para incentivar el turismo. Buscamos que en ese lapso se puedan hacer inversiones en turismo de más de 79 mil millones de pesos para que la ciudad sea atractiva para turistas nacionales e internacionales, y que volvamos a generar mecanismos para que la economía se mueva”, añadió el cabildante.

En el proyecto de acuerdo que fue aprobado se exponen, además, los ejes que tiene la política pública, como la gobernanza y gestión del destino, desde donde se busca establecer los mecanismos adecuados para promover la toma de decisiones, y el desarrollo sostenible, que propende por el desarrollo de estrategias que minimicen el impacto del turismo.

También está la competitividad e innovación, que promueve capacidades del sector a partir del fortalecimiento empresarial y la estructuración estratégica de la cadena de valor, y el posicionamiento y promoción del destino, que trabaja en el desarrollo de estrategias de mercadeo del sector público y privado para lograr una comunicación estratégica.

“Teníamos esta deuda con Cali y ahora es una realidad que nos invita a seguir trabajando con gobernanza para fortalecer nuestra vocación turística”, puntualizó el concejal Bravo.

Cali tendrá una “Semana de las aves” para promover el aviturismo, por iniciativa de los concejales Juan Martín Bravo y Carlos Andrés Arias

_• Este martes 6 de diciembre, el Concejo de Cali aprobó el proyecto de acuerdo que propone realizar el evento durante la segunda semana de febrero._

_• La “Semana de las aves” busca generar alianzas público privadas para fortalecer el aviturismo y apoyar otro gran evento relacionado con avistamiento de aves: Colombia Birdfair._

Santiago de Cali, 6 de diciembre de 2022.

Hay buenas noticias para el aviturismo y la conservación ambiental en el distrito de Santiago de Cali, pues el Concejo Distrital aprobó este martes 6 de diciembre el proyecto de acuerdo No. 164, “Por medio del cual se institucionaliza la segunda semana de febrero como la Semana de las aves”, iniciativa de autoría de los concejales Juan Martín Bravo y Carlos Andrés Arias.

*_“Cali es la ciudad de las aves. Más de 560 especies pueden ser vistas en la zona rural y urbana de nuestra ciudad. Por eso, queremos fortalecer el aviturismo, que toma cada vez más fuerza en el mundo. Así también podremos fomentar el cuidado de los entornos naturales”_*, dijo el concejal Juan Martín Bravo.

La “Semana de las aves” tiene otros objetivos de gran valor para el distrito, entre los que están fomentar una cultura de conservación de las aves, fortalecer los procesos públicos y privados dirigidos a la protección de estas, dar un uso óptimo a los recursos ambientales para conservar la diversidad biológica y generar beneficios socioeconómicos para las comunidades anfitrionas.

Este importante evento de talla internacional se realizará cada año, durante la segunda semana de febrero, y será un apoyo para la feria de las aves con la que ya cuenta la ciudad debido a que logrará alianzas público privadas para seguir fortaleciendo el aviturismo en Cali.

*_“Según información de Colombia Birdfair, el turista que hace avistamiento de aves puede hacer un gasto per cápita de hasta 4500 dólares. Por eso, esta iniciativa generará recursos para apoyar a las personas que cuidan los entornos. Además, nutrirá de eventos la agenda del primer trimestre del año, que es casi vacía”_*, puntualizó el concejal Bravo.

¡Parques para la lectura en Cali!

Cuando la economía y las actividades públicas se pospusieron por el confinamiento, la lectura vio un incremento. De acuerdo con un informe de 2022 hecho por la Cámara Colombiana del Libro, en el país se leen 2.7 libros al año. Es una cifra muy baja comparada con otros países del continente, Chile y Argentina suelen estar alrededor de los cinco libros. En Corea del Sur llevan bastante distancia, los jóvenes leen 13 libros al año y los adultos, 9.8.

Parece que la reapertura económica no ha desestimulado el interés por la lectura, sino todo lo contrario. Y Cali está en capacidades de montarse en este renacer, asegurándose de generar espacios públicos para la lectura que sean cómodos, seguros y accesibles para cualquier caleño. Aprovechemos cada zona verde en este esfuerzo. Recordemos que no todos los barrios de Cali tienen una biblioteca, ni tienen una en la vecindad. Leer no debería ser un privilegio.

Miren el ejemplo del Audiorama, en el Parque México, a pocos metros del Castillo de Chapultepec. Son 400 metros cuadrados de un espacio reconvertido, abierto de martes a sábado de 10 AM a 6 PM. Es un bello espacio para sentarse y relajarse, para leer, con mobiliario urbano diseñado para ello y con libros dispuestos para cualquiera que quisiera tomarlos.

Tomemos otro ejemplo más cercano, hecho en Medellín, “Libros que van y vienen”. Se trata de bibliotecas en el espacio público, hechas en material de plástico reciclado, que se ven bonitas, resisten el clima y protegen bien los libros. Los dispositivos están hechos para llamar positivamente la atención, y aparte de los libros, sólo necesitan unas bancas y mobiliario para propiciar la lectura. Lo más bello de esta iniciativa es fortalecer la confianza en las comunidades, tomar el libro, devolverlo, reponerlo, son dinámicas que transforman, y que también abren la puerta a otras intervenciones urbanísticas y artísticas.

La ruta y las metas ideales están establecidas para intentar. Podemos empezar en Cali, espacio verde por espacio verde, para que se lea cada vez más. Recuperemos el tejido de nuestra ciudad con libros y con espacios dignos para el intercambio de conocimiento.

¿Legalización o regularización?

Casi cien años después de la era de la prohibición del alcohol en Estados Unidos, nos enfrentamos a una situación similar con las sustancias psicoactivas.

En esos momentos, como ahora, fue crucial admitir que las personas no iban a dejar de beber licor para proyectar el futuro de la sociedad. Incluso Franklin Roosevelt, el presidente estadounidense que lideró al país durante la segunda guerra mundial, ganó las elecciones de 1932 prometiendo la regularización del licor.

Colombia está en un escenario similar desde hace varios años. Especialmente tras la despenalización de la marihuana, el estado ha visto una evolución en su rol frente a las sustancias psicoactivas. Este es el momento para que se fortalezca, generando herramientas preventivas y de cuidado, que atiendan el consumo y que eviten que más personas lleguen a consumir.

Cali debe establecer un centro de prevención, para el control de las adicciones y atención al consumo de sustancias psicoactivas, y con esto revitalizar la política pública integral aplicable para este contexto. La ciudad debe apostarle a desarrollar programas de atención integral, diferencial y complementaria a personas consumidoras de sustancias psicoactivas. Los tratamientos y la rehabilitación podrían diferenciarse con un servicio 24 horas al día, tratamientos farmacológicos y ambulatorios, además de hospitalización. Adicionalmente, el centro podría realizar actividades holísticas y educativas de promoción y prevención que posibilitarán mejoras en el proceso de desintoxicación. Nuestra ciudad reúne condiciones importantes para asumir el liderazgo de esta nueva era y las situaciones de consumo hacen que sea una necesidad empezar por Cali.

La realidad es que con el esquema actual, los procesos de rehabilitación, que son administrados por empresas privadas o fundaciones, tienen altos costos y son de difícil acceso para la gente con pocos recursos. Además hay graves problemas de convivencia en las comunidades donde el consumo se toma el espacio público. Esto sin mencionar que el mercado ilegal de sustancias sigue sosteniendo la operación de grupos irregulares.

En Nueva York, las personas pueden comprar sustancias psicoactivas si pertenecen a unos clubes autorizados, donde hay un seguimiento a las cantidades y sustancias adquiridas individualmente. De manera regular, las distintas autoridades están cruzando información para identificar problemas de convivencia, y ejercer alguna medida de control ciudadano. El éxito de este proceso dependerá de la articulación entre organismos como la Secretaría de Salud, la Secretaría de Seguridad y Justicia, la Secretaría de Bienestar Social y la Policía Nacional, y apostar por este mecanismo requeriría un esfuerzo importantísimo por fortalecer la institucionalidad.

Reconozcamos que con legalización o sin legalización, con regularización o sin regularización, va a seguir existiendo el consumo. Y tenemos que estar preparados para atenderlos con los centros de prevención, para el control de las adicciones y atención al consumo de sustancias psicoactivas.

La sociedad caleña puede crecer de la mano de estas iniciativas. Habría seguridad y trazabilidad en el origen de las sustancias, habría formación para el consumo y la prevención aplicable a todas las edades y también una respuesta institucional a los problemas de convivencia. Por otro lado, el consumo local abriría las puertas a la existencia de una industria de consumibles y derivados, como la industria cannábica, generando empleos, carreras y posibilidades de ingreso en distintos sectores de la sociedad.