La plaza de mercado de La Nave es solo una de las siete galerías en Cali que se ha quedado atrás en términos de infraestructura. El espacio ocupado por la gente trabajadora de este sector del sur ha sido descuidado por mucho tiempo, y el municipio no ha logrado el consenso para ejecutar una intervención durante años.
¿Por qué no intervenir pensando en fortalecerlos a futuro? Un proyecto serio y ambicioso llevará gente de nuevo a este lugar, y si se hace bien, podrá convertirse en un modelo para otras galerías en la ciudad.
Un gran ejemplo de transformación es el Mercado de San Miguel, en Madrid, que ha aprovechado la oferta gastronómica de la ciudad para convocar expertos internacionales que entrenen a cocineros locales, y también para subir el perfil de estos establecimientos populares. Esto ha llevado a que el lugar sea considerado como uno de los sitios de visita obligada en la capital española.
Sino veamos que el Chelsea Market, en Nueva York, que fue construido en una vieja fábrica de Nabisco y atrajo de inmediato a muchos emprendedores culinarios, que vieron una excelente oportunidad de brillar al lado de los condimentos frescos. Desde 1997, el Chelsea Market hace parte de la vida de turistas y residentes de la ciudad, y es un sitio de gran reconocimiento, ubicado en un epicentro cultural como el Line Park.
Sea cual sea la motivación, el resultado debe cambiar la galería y transformarla en un espacio cómodo, elegante, donde se promueva toda la ciudad con productos, platos locales o recorridos turísticos. Esto debe lograrse mientras se fortalece la presencia de los ocupantes de la plaza.
Cali cuenta con el talento humano para realizar recetas locales e internacionales, junto a una propuesta de valor, pero debemos complementarlo con el aprovechamiento de las áreas rurales de la ciudad, que suman 78 por ciento del área de Cali. Los alimentos diversos para hacer realidad el sueño de una ciudad que estimule la cocina deben salir de estas áreas, y deben ser cultivados por sus habitantes. Para esto, es elemental contar con una Secretaría de Agricultura, que estimule el uso agrícola de la tierra con cultivos hidropónicos o aeropónicos, por ejemplo.
Pero no se trata solamente de una transformación física. Esta es la oportunidad de que la Galería se renueve pasando por un proceso de Tecnologías de la Información y la Comunicación. La Nave podría convertirse en una de las primeras en conectarse con los hogares a través de una aplicación para hacer compras. Hacer esto, aprovechando su ubicación privilegiada entre zonas residenciales populares y de estrato alto sería una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar.
El mundo siempre cambia, y las transformaciones de ahora se harán cada vez más drásticas. Esta también debe ser la oportunidad de generar mercados campesinos móviles, formalizando y embelleciendo la idea de las camionetas con víveres y pasando a microbuses o un container food truck, que puedan atender sectores enteros de manera temporal y que puedan generar una experiencia cómoda, facilitando la vida de la gente y cumpliendo con todo el potencial de la ciudad.