La Avenida Sexta está en el recuerdo de las generaciones mayores por ser la zona rosa de su juventud. En los 60 y 70 era sinónimo de distinción y prestigio con los mejores cafés y restaurantes de la ciudad. Luego en los 80 y 90 aparecieron las grandes discotecas junto con la salsa y el rock.
La ciudad creció y esta zona quedó ahí, en el recuerdo. No le tocó a nuestra generación salvo por alguna visita ocasional a un restaurante o estanco. Nosotros pasábamos por la sexta camino a Menga y Granada, a alguna de las discotecas de moda.
Sin embargo los grandes edificios, casonas y árboles de la Sexta retienen ese aire imponente, y siempre se ha hablado de su renovación urbanística. Se trata de un sector que ha vivido la historia de Cali como pocos, al que podemos darle una nueva vida.
Mi intención es peatonalizar una sección de la Avenida de la mano del cluster gastronómico y otros sectores de la vida nocturna. Busco que sea una peatonalización estéticamente agradable, con calles adoquinadas y equipamento apropiado para el disfrute, seguridad y aprovechamiento tanto cultural como comercial.
Una aplicación sencilla de esta idea es la Zona T de Bogotá, que ha probado ser un éxito en cercanías a zonas de discotecas y restaurantes. Si allá está la Calle 85 y el Virrey, acá tenemos Granada, El Peñón y San Antonio. Conectando estos sectores en un mismo eje ponemos toda su oferta diurna y nocturna al alcance de viajeros nacionales e internacionales.
En lo ideal, podríamos superar el ejemplo de la T y llegar a un espacio como Las Ramblas en Barcelona, que combine establecimientos comerciales con galerías a cielo abierto, corredores ecológicos y deportivos e incluso permita el paso de vehículos en uno o dos carriles, incluyendo bicicletas, monopatines y otros medios alternativos de transporte, con su carril exclusivo y parqueaderos vigilados.
Pero a diferencia de Barcelona y Bogotá, yo establecería conexiones WIFI gratuitas y cargadores de energía con paneles solares bajo el proyecto Cali Ciudad Inteligente, con el apoyo y ejecución de Emcali. Este espacio también contaría con alumbrado público inteligente.
Recordemos que ahí existen sitios como el Teatro Calima y más edificaciones que pueden ser usadas de una manera distinta. La Sexta siempre ha sido una zona mixta de comercio y residencias, y esto es parte de su encanto. Un proyecto efectivo en este sentido podría gentrificar el sector a la vez que explota su atractivo comercial.
La inversión sería mínima comparada con el crecimiento del espacio público y los beneficios para la ciudad, que tendría un espacio de interacción genialmente arborizado entre el centro y el norte.