El costo de los huecos de Cali

Todos podemos ver el desastroso estado de las vías de Cali, con los huecos que detienen el tránsito y causan accidentes, los semáforos que no sirven y cómo estos problemas ocurren en los barrios, las autopistas y las zonas rurales.

Para ponerle cifras a este problema, Cali tiene 2936 kilómetros de malla vial y el 70 por ciento tiene algún tipo de avería, sea en la zona rural (173 km) o urbana (1724 km). El mal estado es generalmente justificado por el uso excesivo, por el desgaste natural, o porque algunas vías tienen más de 50 años de trazadas.

La reparación total tendría un costo de 1.8 billones de pesos, pero esta sigue siendo una cifra incompleta porque hay un problema que no se menciona demasiado: el trazado de acueducto y alcantarillado.

Desde 1995 no hay un plan maestro de acueducto y alcantarillado. En muchos barrios no sabemos cómo es el estado real de las tuberías subterráneas, pero mucha de la infraestructura es obsoleta, incluso construida en asbesto.

Cambiar acueducto y alcantarillado, junto con la malla vial, es el camino correcto, pero cuesta otros 1.6 billones. El municipio, con el presupuesto actual, no puede hacer esto realidad.

Entonces hay dos caminos posibles. El primero, apalancar el proyecto con recursos de la Nación, es poco probable. El segundo, es el menos popular, pero el más posible: una valorización exclusiva para el desarrollo de la malla vial. Nadie quiere que le suban los impuestos, pero debemos asumir la realidad de que si no hacemos esto, no habrá recursos.

Esta inversión mejorará la calidad de vida de los ciudadanos. Y no será solamente cuestión de malla vial. Esta es la oportunidad de retomar una fábrica de asfalto que el municipio tenía antes, llamada Caliasfalto EIC, que puede prestar servicios a Cali y otros municipios, así como a empresas privadas. Sería una manera de disminuir el precio del asfalto y de reconvertir el material proveniente de otras obras.

En Ecuador hay un ejemplo exitoso de una empresa similar. Asfaltar EP, desde hace más de 10 años, y siendo propiedad del estado, ofrece soluciones viales al sector público y privado. Desde entonces han contribuido a la construcción de uno de los mejores sistemas de autopistas de Latinoamérica.

Contar con una fábrica de asfalto también podría permitirnos la pavimentación de los 60 km restantes de los dos tramos de la Vuelta a Occidente, una solución vial que podría conectar a las áreas rurales de Cali al occidente, y resolver la movilidad del kilómetro 18 y actualmente cuesta 350 mil millones de pesos, y también el tramo faltante de la Avenida Circunvalar, que va desde la Carrera 80 a la 122, y esto puede costar unos 450 mil millones de pesos.

Todos estos proyectos suman alrededor de 4 billones de pesos. Empecemos pronto a construir el camino de Cali hacia el 2050.