Imagina una ciudad que no solo produce películas, sino que también exporta creatividad, talento y cultura a nivel global. Una ciudad que se convierte en un polo de innovación audiovisual, atrayendo inversiones, talentos emergentes y grandes producciones internacionales. Esa ciudad es Cali, y el momento para convertirla en el epicentro cinematográfico de Colombia es ahora.
Cali tiene una historia cinematográfica única. Fue en esta ciudad donde, en 1922, se rodó la primera película de ficción en Colombia, María, una adaptación de la obra de Jorge Isaacs. Este hecho no solo marcó el inicio de la cinematografía nacional, sino que también consolidó a Cali como una pionera en la producción audiovisual. Décadas después, movimientos como “Caliwood” reafirmaron el papel de esta ciudad como cuna de grandes cineastas que conquistaron escenarios internacionales.
Hoy, la industria cinematográfica caleña vive un renacimiento. Con iniciativas como “Film In Cali”, se ha creado una plataforma que conecta profesionales y empresas, fomentando alianzas estratégicas y abriendo nuevas oportunidades en la producción audiovisual. Esto, sumado a la guía del circuito audiovisual de la ciudad, ha permitido visibilizar y potenciar el talento local en áreas como dirección, guion, animación y postproducción.
Además, Cali no solo tiene talento, sino infraestructura. Con los Estudios Takeshima, festivales internacionales de cine y una comunidad creativa activa, la ciudad tiene todos los elementos para consolidarse como un cluster de economía naranja enfocado en la cinematografía. Este enfoque no solo fortalece la industria cultural, sino que también impulsa el desarrollo económico y genera empleo en sectores clave como tecnología, diseño y marketing.
Pero para que Cali se convierta en el verdadero epicentro cultural y creativo de Colombia, necesitamos un cambio de mentalidad y un plan audaz. Debemos aprovechar esta base histórica y el talento existente para atraer inversión extranjera, estimular la creación de contenido audiovisual y promover a la ciudad como destino para grandes producciones internacionales.
La industria audiovisual no es solo arte; es innovación, tecnología y, sobre todo, impacto económico. Según el Ministerio de Cultura, la economía naranja representa cerca del 3% del PIB colombiano, con un enorme potencial de crecimiento. Si Cali logra consolidar su industria cinematográfica, el impacto será exponencial, atrayendo nuevas empresas, generando empleo y posicionando a la ciudad como líder regional.
Cali tiene la historia, el talento y la infraestructura; lo único que falta es la visión colectiva para transformarla en un referente cinematográfico.